Ya se que para unos es suuuuper tedioso pintar las paredes pero no tiene que ser tan caótico y traumático. Darle nuevos colores a las paredes de la casa, regalan un nuevo ambiente y motiva a utilizar más la habitación y seguir decorando. No es necesario comprar muebles nuevos, basta con colocar nuevos cojines o tapicería, e incluso con solo cambiar la ubicación de las cosas es suficiente, le agregas un matero pequeño con unas flores o plantas naturales y listo. Tienes un nuevo lugar acojedor y a tu gusto.
Pintar tiene sus técnicas, y te voy ayudar con unos sencillos tips, pero que no dejan de ser importantes, para dedicarte a pintar tu habitación.
La mejor pintura que compres no servirá si la superficie no está bien preparada. Casi nunca necesitan mucha preparación pero hay ocasiones en que sí hay que hacerles un par de arreglos.
Quita todos los terminales eléctricos y limpia las paredes con agua y jabón y seca bien.
Si hay daños en la pared cierra los hoyos y luego pon cinta adhesiva en los bordes de la pared y del techo para que no se manchen de pintura.
Si la pared está muy sucia o tiene un color mucho más oscuro del que quieres usar, pinta primero de un color claro.
Cuando estés listo, con tu pintura y tus herramientas, hayas quitado todos los elementos de la habitación para no dañarlos, hayas tapado las ventanas y puesto protección para el suelo, es hora de pintar. Comienza en los espacios más pequeños y esquinas con una brocha pequeña y luego en las áreas más grandes usa una brocha tipo rodillo.
Varía la dirección y el largo de cada pintada que hagas para lograr que tenga un acabado suave y consistente. No pongas demasiado pintura en el rodillo o brochas porque es preferible hacer dos o tres capas delgadas de pintura que una gruesa. Hará que se vea mucho mejor. Deja secar entre una capa y otra.
Pintar tiene sus técnicas, y te voy ayudar con unos sencillos tips, pero que no dejan de ser importantes, para dedicarte a pintar tu habitación.
La mejor pintura que compres no servirá si la superficie no está bien preparada. Casi nunca necesitan mucha preparación pero hay ocasiones en que sí hay que hacerles un par de arreglos.
Quita todos los terminales eléctricos y limpia las paredes con agua y jabón y seca bien.
Si hay daños en la pared cierra los hoyos y luego pon cinta adhesiva en los bordes de la pared y del techo para que no se manchen de pintura.
Si la pared está muy sucia o tiene un color mucho más oscuro del que quieres usar, pinta primero de un color claro.
Cuando estés listo, con tu pintura y tus herramientas, hayas quitado todos los elementos de la habitación para no dañarlos, hayas tapado las ventanas y puesto protección para el suelo, es hora de pintar. Comienza en los espacios más pequeños y esquinas con una brocha pequeña y luego en las áreas más grandes usa una brocha tipo rodillo.
Varía la dirección y el largo de cada pintada que hagas para lograr que tenga un acabado suave y consistente. No pongas demasiado pintura en el rodillo o brochas porque es preferible hacer dos o tres capas delgadas de pintura que una gruesa. Hará que se vea mucho mejor. Deja secar entre una capa y otra.
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